Una historia contundente, fuerte y muy profunda de Patricia Suárez.
La propuesta y puesta en escena de Corina Fiorillo es pulcra, limpia, intensa y hasta arriesgada. El espacio escénico, dónde se desarrolla la acción es circular, nada convencional, donde el público juega como la pared de una casa, y es el único testigo de las alegrías y traiciones, de los amores y fracasos de cuatro mujeres.
Bertina, Petrona, Rita y Felisa están bajo la fuerte presencia masculina del p
asado y del presente, cuyo sueños fueron ofuscados; ellas buscan, en lo que la autora denominó doce segundos de oscuridad, la felicidad y la liberación familiar para poder realizar sus deseos.
Aunque las cuatro actrices tienen mucha fuerza quiero destacar el trabajo y la presencia escénica que construye Stella Brandolín; y, la sutileza de Eugenia Lemos. Un trabajo muy honesto que realmente es aconsejable de verla.
Jueves a las 20:30 en La Manufactura Papelera, es mi consejo para vayan a encontrarse con esta historia y las interpretaciones que les aseguro que le van a conmover.
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